SI ZAPATA VIVIERA EN SU MA......USER LES PUSIERA!

¿Nueva Ley del ISSSTE?

La ley del ISSSTE es la punta de lanza que pretende desgarrar el último tejido de derechos sociales con los que aun cuenta nuestro pueblo. Zapata, Villa, Magón junto a cientos de miles de revolucionarios mexicanos, ganaron para todos una serie de derechos sociales, políticos y laborales, pero conforme ha pasado el tiempo, los de arriba han ido quitándonos uno a uno, al grado que nos encontramos ahora, que ya nos quieren arrebatar hasta la vejez, haciéndonos trabajar hasta el último aliento, quitándonos más de nuestro salario para la pensión y haciendo de ella no un derecho social, sino una cuenta bancaria.
Eso es la nueva ley del ISSSTE, una ley que dice que ya no puedes jubilarte a los 28 o 30 años de servicio, sino a los 65 años de edad; una ley que dice que ya no puedes heredarle a tus hijos a tu viud@ el 100% de tu salario al momento de tu muerte, sino 1 salario mínimo; es una ley que te obliga a retirarte, ya no para disfrutar los últimos 20 o 30 años de tu vida con una pensión digna, sino retirarte pocos años antes de morir, y vivir esos años de jubilación con una pensión mísera, donde el gobierno sólo garantiza 2 salarios mínimos mensuales y esta será la realidad de la gran mayoría de los trabajadores si dejamos que la ley sea aplicada, pues en general ni el bono ni el ahorro y aportaciones del trabajador serán lo suficientemente grandes como para pagar una pensión mayor. Justo de eso se trata, de eliminar la pensión como un derecho donde el trabajador aporta una parte a lo largo de su vida laboral, pero que se le garantiza como recompensa a esas décadas de esfuerzo en el trabajo. No, ya no, ahora la pensión es concebida como un ahorro individual del trabajador "y para lo que te alcance", pero eso sí, pagando las respectivas comisiones a los banqueros que te harán el favor de "cuidar" tu dinero.
Se ha dicho que esta aberrante reforma sólo le pega a los nuevos trabajadores, pues los actuales pueden optar por la vieja ley. Cosa más falsa. Todos los trabajadores, tanto los nuevos como los actuales son afectados. En el caso de los trabajadores en activo, una de las opciones es el bono, que el gobierno da para la cuenta individual, y el otro no es "optar por la vieja ley", pues ahí también quedan en el desamparo la viuda y los hijos, ahí te vas con el 100% del salario, pero fijo, es decir, no aumenta con la inflación, así que la pensión perderá poder adquisitivo rápida y dramáticamente, además, de inmediato se tendrá que pagar más del salario para el "fondo" de pensiones y a partir del 2010 todos los trabajadores comenzarán a tener que laborar más años para jubilarse. Es decir, esta reforma nos perjudica A TODOS. Y aun cuando sólo fuera perjudicial para los futuros trabajadores, es justo pelear hasta el final por ellos, no sólo porque esos futuros trabajadores son nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros sobrinos, sino porque es nuestro pueblo al que están agrediendo, y como pueblo tenemos que responder a la altura.
Y es que nosotros, el pueblo de México, tenemos la posibilidad de cambiar nuestro futuro y el de nuestros hijos, construyendo uno mejor, lejano a la vejez de marginación y pobreza que el gobierno quiere imponernos con sus reformas a los regímenes de pensiones y jubilaciones, y en particular, con la aberrante reforma a la Ley del ISSSTE.
Como Bush se inventó su guerra contra el terrorismo para tener el pretexto de sembrar el terror en otros rincones del mundo, el gobierno del espurio Calderón ha creado su propia guerra contra el narcotráfico, y para ello saca a los militares a las calles para permitir que el ejercito forme parte de la vida cotidiana del país. No en balde a los soldados les dio un aumento salarial del 45%, mientras que en promedio a los trabajadores sólo se les subió el salario 3.8%. Aun cuando la CNDH y diversos organismos han dicho que los militares no pueden ser usados como policía, pues eso agravará el problema y creará otros peores, Calderón sigue militarizando el país. Ese y no otro es el principal sostén de su cuestionada administración: la fuerza. Los especialistas, los gobiernos, el pueblo, hasta Felipe Calderón y todo mundo sabemos perfectamente que no es con balas y tanques militares que se derrotará al narcotráfico, sino con educación gratuita para todos, salud, creación de empleos bien remunerados, etc.
Sin embargo, no se actúa en esa dirección. A la UNAM se le contienen los recursos y se golpea brutalmente las instituciones públicas de salud y educación; este gobierno mete una iniciativa de ley para que sus allanamientos, torturas, espionaje y represión al pueblo sean legales. Pretenden que eso que hicieron en Atenco, encarcelando gente inocente, violando mujeres, golpeando brutalmente a los habitantes sea legal. Y claro que esto no es un embate contra el narcotráfico, sino dirigido al pueblo, a su organización y lucha contra las injusticias, basta ver cómo a los peores narcotraficantes se les da una condena de hasta 18 años de cárcel, y a Ignacio Del Valle, por el sólo hecho de luchar junto a su pueblo defendiendo su tierra y sus derechos, le dan 67 años y medio de prisión, más lo que se acumule.
Pero no es que el gobierno esté avanzando en sus políticas de empobrecimiento y represión porque el pueblo esté totalmente inmóvil, por el contrario. La conciencia, la indignación, la rebeldía entre los de abajo ha ido creciendo en los últimos años, la lucha por un México mejor es ya un reto asumido por cada vez más personas en todo el país, ante ello los de arriba sienten amenazados sus privilegios, y han decidido aferrarse a ellos, y si para ello tienen que sacar a la tropa a las calles y radicalizar sus reformas neoliberales, que así sea.
¿Y nosotros, los de abajo qué? ¡A las calles compañeros! Este es el momento de defendernos juntos y organizados, no podemos esperar más. Cientos de miles de profesores, miembros de la CNTE han estallado ya una huelga nacional en algunos estados de la república, ellos están dispuestos a llegar lejos, pero solos no van a poder, tenemos que sumarnos a la lucha. Tenemos que organizarnos, discutir en nuestra escuela, en nuestra dependencia, en nuestra colonia o centro laboral, para hacer acciones inmediatas. Tenemos que discutir seriamente la necesidad de estallar en huelga en cada vez más lugares, pues una huelga general, nacional, será un arma poderosísima en contra del gobierno. Sí se puede, los estudiantes de la UNAM lograron mantener nuestra máxima casa de estudios pública y gratuita, los campesinos de Atenco derrotaron el decreto que les arrebataba sus tierras. Nosotros también podremos decir, con orgullo, "sí pudimos, con organización, decisión y firmeza vencimos al espurio gobierno".

proyecto vasco de Quiroga

Se trata de un proyecto comunitario que empezó hace cuatro años en un mes de mayo como este. Un grupo reducido de personas con experiencia en diversas áreas de la organización social y el conocimiento de la tierra se reunieron y decidieron llevar a la práctica una visión particular de la utopía. Como don Vasco de Quiroga hace siglos, ellos empezarían a constituir el núcleo y el embrión de lo que podría llegar a ser una tendencia a nivel general, como en efecto está ocurriendo. No se trata, de acuerdo con su propuesta, de esperar hasta que una transformación social de gran magnitud se produzca para crear las formas de organización que permitan una vida comunitaria. Ellos consideran que la construcción de un nuevo horizonte para la humanidad bien puede empezar desde la aldea local, a partir de la recuperación de la tierra y su uso colectivo. Un concepto así no excluye, desde luego, la realidad global, pero la considera como una dimensión en donde el todo y las partes no pueden considerarse como elementos separados, sino en una interacción dialéctica permanente. Uno de los problemas más graves que enfrenta la sociedad es la alienación, este concepto acuñado por Marx y que define el modo como el ser humano se vuelve extraño a su realidad social y a su entorno natural. Es la visión distorsionada de la vida y del mundo. Una distorsión manipulada por los grandes poderes, cuyo objetivo es impedir que el ser humano piense por sí mismo y sea capaz de constituirse en un sujeto social e histórico. La alienación es la cadena mental que mantiene a los hombres y a las mujeres como los esclavos modernos. Como alguna vez lo llegó a visualizar Erich Fromm, las grandes metrópolis se han vuelto totalmente inhabitables. La atmósfera que se genera en estos espacios reducidos, sobrepoblados, es de sofocación, de toda clase de tensiones sociales, de irascibilidad constante, de estrés, de malestar colectivo, de agresividad, de violencia extrema. La gente pierde su identidad en la masa y es absorbida cautivamente por ella. La contaminación de todos los elementos naturales termina por envenenar también el espíritu humano. Una alternativa podría ser la construcción de aldeas modernas en donde el sentido comunitario pueda volver a prender como las flores. Poblados en donde la tierra se recupere y sea de todos, donde todos participen en el trabajo, en hacerla producir, y también en la distribución de sus productos, con un beneficio social equitativo, sin intermediarios, sin que haya nadie que se apropie de la riqueza social, en donde los niños y los ancianos tengan por fin el lugar que se merecen, como en un paraíso terrenal, porque su suerte es responsabilidad de todos. Un lugar donde los trabajadores, como productores directos, se organicen de una manera autónoma, autogestiva, no sólo para llevar a cabo el trabajo colectivo, sino para planear su distribución. Una aldea así no puede despreciar los adelantos científicos y tecnológicos que ha alcanzado la humanidad. Pero de lo que se trata es que la ciencia y la tecnología sean medios, instrumentos para lograr que el bienestar sea para todos y no sólo para unos cuantos. Una aldea donde haya industria, comercio, actividad agrícola, cultural, educativa, con una visión comunitaria. La educación ligada directamente a las áreas productivas y de servicios. Una visión así no podría funcionar con los antivalores que se han impuesto en la sociedad bajo control neoliberal. Lo que tenemos acá es una competencia salvaje, primitiva, bárbara, por la sobrevivencia, en donde el que se impone es el más fuerte, el que desprecia de una manera absoluta las normas de convivencia civilizada y las pervierte. En una organización como la que impulsa en todo el estado la Comunidad Vasco de Quiroga, que es como se denomina este esfuerzo colectivo, los valores recuperan su sustancia original: la solidaridad, la cooperación, el trabajo voluntario en beneficio de la comunidad, la democracia horizontal, justicia para todos, la equidad, la libertad. El gobierno de la comunidad es la asamblea. Sus acuerdos son mandatos para el ejercicio del poder. Todos los miembros de la comunidad se integran a alguna de las comisiones para que todos participen directamente en el quehacer colectivo. Todos trabajan para la comunidad. No hay jerarquías en los nombramientos. Todos tienen el mismo valor y el mismo poder de decisión. En una realidad así la democracia directa, participativa, se vuelve un modo de vida, de relacionarse entre todos. Una relación de poder en donde nadie está por encima de los demás. Es la democracia popular que genera un poder que es también de carácter popular. Pero no basta con que en una comunidad así se produzcan bienes materiales y de servicios para el autoconsumo y la autosuficiencia alimentaria. Una parte de esa producción, que en la sociedad capitalista es el excedente que constituye la ganancia de uno solo, o de unos cuantos, es propiedad de todos, de manera que se comercializa con un sentido distinto, directamente del productor al consumidor, sin intermediadores, y la ganancia adquiere un valor social, no sólo en términos monetarios, sino éticos, de principios de vida. Se le da así un carácter totalmente distinto al mercado. El mercado de ninguna manera sustituye las relaciones solidarias y de intercambio y apoyo mutuo que debe haber entre los seres humanos. El mercado no impone sus leyes salvajes, deshumanizadas. El mercado, como se practica con esta propuesta, es una actividad de intercambio que dignifica el producto del trabajo. Se podría pensar que estamos ante una visión utópica que sólo existe en la imaginación. Pero es una utopía que ha estado creciendo exponencialmente, impulsada por su propio movimiento. La Comunidad Vasco de Quiroga es fundamentalmente un concepto que no denomina un territorio aislado. Se trata de un concepto que incluye a varias localidades que interactúan con espíritu comunitario. Como una red de aldeas que hacen una aldea mayor. Como una aldea mayor que se inserta ya en las redes que a su vez se tejen en la aldea global. Porque el todo está contenido en cada una de sus partes. Es un proyecto que está demostrando una nueva forma de organizarse a partir de la autogestión social y económica. Es una expresión concreta de lo que el nuevo socialismo tendría que estar construyendo desde abajo.