EL HUEVO DE LA SERPIENTE (2)

Se mencionó que el gobierno de Felipe Calderón se va asemejando a los regímenes autoritarios que comparten con el fascismo su carácter dictatorial, antidemocrático, antiparlamentario y monopartidista, explicitemos. Cuando trata de legitimarse y sostenerse utilizando, de manera inconstitucional, la fuerza desmedida de un ejército, que bajo la justificación de combatir a narcotraficantes o terroristas, atropella los derechos esenciales de la población en cada uno de los operativos en los que actúa, sin proclamarlo, está suprimiendo las garantías individuales: detenciones arbitrarias (periodistas de Saltillo y Monclova; Ojinaga, Chih.); violaciones (Ernestina Ascencio; Castaños, Coah.); torturas (activistas de la APPO, Oax.); desapariciones forzosas (guerrilleros del EPR); privación de la vida (Ocuragui, Sin., Torreón, Coah,); secuestro de pueblos enteros (Carácuaro) sin que nadie responda por ello. Es como si en la práctica, no existieran procuradurías de justicia, ministerios públicos, tribunales o la Suprema Corte, esto, personifica a un sistema que gobierna a capricho, por no sujetarse a normas de validez universal. Se puede percibir un claro paralelismo con lo descrito por Sabine, de que en el nazismo, la igualdad ante la ley y la garantía del proceso legal, fueron sustituidos por facultades discrecionales absolutas de la Administración. En la práctica, nos dice, lo que significaba este totalitarismo, era que cualquier persona cuyos actos fueran considerados políticamente relevantes, carecía en absoluto de protección legal si el gobierno, el partido o alguno de sus numerosos instrumentos decidían ejercer su poder. Por otra parte, cuando los poderes fácticos (televisoras, radiodifusoras), prohijados desde siempre por el gobierno, al sentir disminuidas las inmensas ganancias que genera la propaganda política pagada por los contribuyentes, pretenden sustituir al Congreso de la Unión, y convocar por ellos mismos, “con su autoridad moral” a una consulta popular, un plebiscito (hoy inconstitucional), para que el pueblo salga en defensa de sus intereses; cuando esos medios se dedican en forma sistemática a infamar y calumniar a diputados y senadores para conseguir sus fines, exhiben claramente sus inclinaciones golpistas y la pretensión de implantar un gobierno unipersonal que les gestione, en vía rápida, sus intereses monopólicos, mediante decretos y permisos, lejos de los engorrosos y desfavorables trámites parlamentarios. Cuando los organismos empresariales (COPARMEX, CONCAMIN, CONCANACO), con el pretexto de defender la libertad y la democracia, rompieron lanzas en favor de la permanencia de los consejeros del IFE, como un chantaje para impedir la reforma de la llamada Ley Televisa, realmente estaban defendiendo la perpetuidad de las concesiones gubernamentales; como si los bienes de la nación sólo estuviesen destinados a unos cuantos privilegiados, ninguneando los derechos del resto de la población. Habrá democracia en un país cuando exista la igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. Al no atacar a fondo la pobreza extrema de 50 millones de mexicanos, el gobierno se significa como antidemocrático. Cuando se impulsa, desde las entrañas del poder presidencial, a un incondicional Secretario de Estado como Germán Martínez para llegue a ocupar la presidencia del PAN, se aspira a reeditar a un partido “del gobierno”, a la usanza del antiguo PRI, para convertirlo en una correa de transmisión de los dictados del Ejecutivo y estar en condiciones de anular a la oposición en el Congreso, se regresaría así al monopartidismo.ROGER MAJO