A QUIEN CORRESPONDA:

A QUIEN CORRESPONDA
Cuando este artículo salga publicado los habitantes de Yurécuaro sabrán de manera oficial cual fue la planilla ganadora en los comicios par elegir al Ayuntamiento. A ella, pero en especial al Presidente Municipal, la ciudadanía le demandará el cumplimiento de sus compromisos de campaña, la reconciliación con sus adversarios políticos y la coordinación con las autoridades estatales. Pero también, como dijimos en una ocasión anterior (09-08-07), los ciudadanos abrigan la esperanza de que se emprendan obras para que nuestra ciudad pueda ofrecer, una mediana calidad de vida para sus pobladores, similar a la que brinda cualquier ciudad. Es evidente que sólo a mediano y largo plazo podrán darse: la promoción de industrias, la construcción de inmuebles, la reubicación de las oficinas públicas, el reordenamiento del comercio ambulante, la regeneración de la vía pública, el cumplimiento efectivo de los reglamentos municipales, y la consolidación de los servicios de salud para todo el municipio. Pero desde que entre en funciones el nuevo Ayuntamiento la ciudadanía estará vigilante para que se conduzca con honradez y eficiencia. Nada podrá tranquilizar más a los gobernados que, desde el momento de su asunción al poder, hagan pública su declaración patrimonial, expliquen las medidas que tomarán para impedir el narcotráfico, se obliguen a que la ley se aplicará sin distinción de personas y que informarán periódicamente sobre las recaudaciones y sus egresos. Si estas manifestaciones verbales se avalan con hechos concretos, esta administración logrará de inmediato una legitimidad más grande que la otorgada por unos comicios sin impugnaciones e inclusive tendría el poder de diluir las pasiones remanentes de la contienda electoral.ROGER MAJO.

UN CANDIDATO SINCERO

UN CANDIDATO SINCERO

Ciudadanos fluminenses: como me he dado cuenta que ya están hartos de tanto “jarabe de pico” y promesas de “atole con el dedo”, hoy les revelaré la “pura neta” de mi campaña. Busco la presidencia municipal de Riverside, no tanto por servir al pueblo, sino porque es un buen negocio. Ya que además de los 40,000 pesos que me otorgarán por mis servicios, el puesto, como sabrán, brinda otras muchas compensaciones. Durante mi vida he guardado un sentimiento de inferioridad, pero al llegar a la Presidencia, todos tratarán de quedar bien conmigo, me darán obsequios y me harán caravanas; se dirigirán a mi como “DON MANGANO”, me darán la razón en cualquier plática que sostenga y podré imponer mi criterio a cualquiera. A todos los que me han “hecho el feo” y a mis adversarios políticos trataré de arruinarlos o “de perdida”, bloquearé sus negocios y para fastidiarlos más, los denunciaré penalmente para que vivan en la cárcel un tiempo, aunque después los liberen. Haré todo lo posible por cooptar, comprar, intimidar o anular a los dirigentes de los demás partidos políticos para que no exista en el municipio otra fuerza política más poderosa que la que yo encabezo, y se pueda mantener gobernando los próximos quince años. Destinaré para mi beneficio personal (aunque ocasionalmente a familiares y amigos, para “taparle el ojo al macho”) toda la ayuda que llegue a otorgar el gobierno estatal o federal: semillas, fertilizantes y maquinaria agrícola; con el cemento y las varillas que se envíen para canales y drenes, los ocuparé para construir mis bodegas. Los terrenos, que los fraccionadotes tienen la obligación de donar al municipio, serán escriturados a nombre de mis cuñados. Mis seguidores serán los únicos que inscribiré en el Programa Oportunidades, y sólo a ellos les daré tanto las despensas, como las compensaciones de los adultos mayores. Puesto que el tiempo de mi cargo será demasiado breve, en tres años procuraré aumentar mi patrimonio, dando prioridad a la atención de mis asuntos personales y los negocios que se hacen a la sombra del poder, por lo que únicamente le dedicaré a mi gestión pública unas tres horas a la semana. Promoveré la construcción de caminos rurales asfaltados, no tanto para el mejoramiento del campesinado, sino para que permitan el acceso de maquinaria pesada a mis terrenos en cualquier época del año, ya que al tiempo que facilitarán las faenas agrícolas, elevarán el valor de mis parcelas. Buscaré que el costo de las obras lo absorban los gobiernos estatal o federal, pero antes de emprender los trabajos sacaré una “buena mochada”, a todos los colindantes, alegando el beneficio que van a obtener y como una compensación a mis laboriosas gestiones. Formaré una sociedad con los “cuates” que participaron en mi campaña, evitando que mi nombre aparezca como responsable, con el fin de explotar unos bancos de grava y cantera ubicados en el municipio. También tengo contemplado privatizar el suministro del agua y la recolección de la basura, que estarán a cargo de mis parientes, por lo que pronto haré las gestiones ante las instancias Correspondientes. Emprenderé numerosas obras materiales, exigiendo a los contratistas el correspondiente 10% (diez por ciento) de comisión por haberlos favorecido; misma obligación impondré a todos mis colaboradores, en especial a los encargados del rastro y del comercio en vía pública. Al término de mi mandato, promoveré como presidente a mi sobrino o a mi mujer, para que me “cubran las espaldas” de los posibles desfalcos al erario, que seguramente “sin razón” me serán atribuidos, con motivo de los autopréstamos o las “ayudas” que haré a mis incondicionales y amiguitas; en ello no haremos más que seguir el ejemplo de los grandes de México o Argentina. Tanto mi esposa como yo nos codearemos con el gobernador, los diputados y sus familiares, esta cercanía, además del prestigio que nos dará, facilitará los negocios con políticos de Liga Mayor, por lo que aprovecharé la información privilegiada que tienen y los contactos que han adquirido. A mi señora le encantará su papel de primera dama municipal ya que siempre admiró a la Señora Martita, su forma de vestir y la manera como impulsó el mejoramiento de sus hijos. Como ven, no se me podrá reprochar que sigo las indicaciones de la sabiduría popular: “No le pido a Dios que me dé, sino que me ponga donde hay”, “A la tierra que fueres, haz lo que vieres” y “El marrano más trompudo es el que se come la mejor mazorca”. Por el reportaje: ROGER MAJO