El Partido de la Revolución Democrática (PRD) logró salir indemne de este proceso interno que se anunciaba como un encontronazo. es un hecho que Leonel Godoy Rangel ha obtenido la mayoría de los votos y se convierte en el candidato de su partido a la gubernatura de Michoacán. Más de 200 mil electores acudieron a las urnas, entre ellos un porcentaje considerable de ciudadanos sin filiación partidista, a depositar su voto para definir la nominación del candidato. El domingo pasado por la noche se generó un cierto ambiente de incertidumbre y de zozobra ante el anuncio de que se haría un recuento voto por voto para evitar cualquier tipo de impugnación al proceso y que se produjera una fractura que hubiera sido fatal para el PRD en la entidad. Pero todo ha sido para que ninguna de las aguas se desbordara.De 57 años de edad, con Maestría y Doctorado en estudios de Derecho y Criminología por la UNAM, el senador con licencia tiene, de cualquier manera, ese reto enorme delante de él: iniciar un proceso arduo de integración de las otras corrientes que contendieron en las elecciones internas y lograr una sola plataforma electoral y la unidad en torno a un proyecto de gobierno compartido. Pero ésta es también, desde luego, una responsabilidad ética y política de los aspirantes que no obtuvieron la candidatura. Quedarse al margen de la contienda constitucional que viene y asumir en los hechos una actitud de boicot a su propio partido sería lamentable e incongruente. Lo deseable sería que fueran las propuestas pertinentes de cada corriente las que se pusieran a discusión y análisis y no los trabajos oscuros de negociación de posiciones. Es algo que todos en el PRD le deben a la sociedad.Con todo y que de ambas partes lo han negado rotundamente –se entiende que para evitar mayores crispaciones–, lo que se pudo observar es que en Michoacán se pusieron en juego dos proyectos distintos de gobierno y dos visiones encontradas sobre el ejercicio de la política a nivel estatal y nacional. Enrique Bautista Villegas representaba la continuidad de un proyecto de gobierno que no profundizó en las transformaciones políticas y económicas que requiere urgentemente la entidad para empezar a superar los rezagos que en casi todas las áreas de la vida social la agobian. Por ello, no sólo no se renovó, sino que parecía orientarse cada vez más hacia una posición de centro derecha. Y quien fue presidente nacional del PRD en el periodo 2003-2005, y ocupó diversos cargos en los gobiernos del Distrito Federal y Michoacán, Leonel Godoy Rangel, traía otro planteamiento: sin pretender romper abiertamente con el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, intentar el rescate del partido y del ejercicio de gobierno con un nuevo corrimiento hacia la izquierda.Por lo pronto, parece que no habrá impugnaciones de los aspirantes que perdieron. Eso podría facilitar un proceso no tan dramático de cicatrización de las heridas, sobre todo en el orgullo, para que el PRD en el estado se presente a la contienda gubernamental como una sola fuerza y un candidato con el respaldo total de su partido. Esta es, por cierto, una de las condiciones indispensables para que el PRD pudiera seguir siendo gobierno en Michoacán. Leonel Godoy ha declarado que él seguiría con algunos de los programas que el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel ha implementado en la entidad, como los de asistencia social, por ejemplo. Tendría que verlos, desde luego, como medidas de emergencia que no se pueden convertir en un fin en sí. Lo que tendría que plantearse es el tratamiento a fondo, hasta la raíz, de los problemas más graves que padece desde hace tiempo la sociedad michoacana .Leonel Godoy tendría que plantearse, entonces, un reencuentro con las expresiones y los movimientos sociales que se encuentran desde hace años construyendo caminos por su cuenta para la transformación a fondo de la sociedad. Gobernar no sólo para la sociedad, sino con la sociedad, o mejor dicho, desde la sociedad.